UN RELATO ...EL TATUAJE

Los técnicos de transportes sanitarios entraron al herido. La unidad de urgencias se movilizó al instante y lo entraron al box. Miraron las constantes y le abrieron el pantalón, la herida tenía mal aspecto, los bordes de la carne estaban sanguinolentos y supuraba el pus. El médico, decidió qué se tenía que operar de inmediato, o perdería la pierna. Iba a despedirme de Rosalía, cuando tuve que hacerme a un lado, para dejar pasar la camilla. En ella iba un hombre joven, llevaba clavado un cristal en la pierna. Me fijé qué en su dedo pulgar llevaba tatuado un cirio. Pensé... qué tatuaje tan peculiar. ¡Rosalía me voy, quedamos donde siempre¡ ¡Sí, guapa¡ ¿Qué le ha sucedido al paciente del box 10? Los camilleros comentaban que unos niños lo encontraron en una fábrica abandonada. Decían que la policía científica estaba buscando huellas. Me despedí, y Rosalía me preguntó ¿A qué viene tanta curiosidad?, le sonreí y le saludé con la mano. Al llegar a casa comí un poco y me estiré en el sofá. Meditando sobre el tatuaje me quedé dormida. Dos hombres estaban discutiendo, el detonante de dicha discusión fue la agresión de uno de ellos. Se enzarzaron en una pelea y uno de ellos empujó al otro, cayendo éste último por el tragaluz. Me resultó extraño que estando tan cerca no pudiera oír el motivo de la disputa. Ahora estaba dentro de la fábrica. Vi cómo los cristales de la claraboya se hacían trozos de diferentes tamaños. Tras los cristales, caía un hombre gritando, se precipitó sobre una bala de cartones que amortiguó el golpe... Penetró en su pierna un cristal de grandes dimensiones y le produjo una herida de un grosor considerable. Al acercarme al hombre, pude comprobar que era el mismo que había visto en el hospital, llevaba tatuado un cirio en el pulgar. Estaba dormida y me sobresalté. Con la insistencia que sonaba el timbre, me levanté de un salto, tuve que situarme... No sabía si estaba en casa o en algún otro lugar. Fui a abrir la puerta, era el cartero, que traía un certificado. Me senté en el sillón y pensé ¿Lo he soñado o realmente he estado allí?...